Asignación de derechos de emisión negociables para todos, para impulsar la transición energética
Una solución obvia ante la negación casi universal
Pierre Calame, junio 2021
En Francia, en 2019-2020, un panel de 150 ciudadanos seleccionados al azar está trabajando durante seis meses, dentro de la Convención Ciudadana del Clima, para desarrollar propuestas que impulsen la transición energética y preserven el clima en línea con los reiterados compromisos internacionales y nacionales del gobierno francés. Cuatro meses después del inicio de este proceso, radicalmente innovador en la cultura política francesa, y tras la audiencia de numerosos expertos, el panel no ha tenido ocasión de que se le presentara, y a fortiori de que se debatiera, una solución sistémica que, sin embargo, es obvia si se quiere conciliar la conducción efectiva de la transición con la justicia social: la de asignar cada año a cada residente en el territorio un número igual de « puntos de carbono » correspondientes a un derecho de emisión de CO2, pudiendo transferirse estos derechos.
Para descargar: comptecarbone-3.pdf (2,5 MiB)
1. ¿Por qué es una solución obvia y la única que concilia la eficiencia y la justicia social?
Las estrategias adoptadas, sobre todo a través de los impuestos, siempre han fracasado. Es el caso de la fiscalidad del carbono, que ha provocado transferencias de producción a otros países y, posteriormente, revueltas sociales como la de los chalecos amarillos. El aumento de los precios afecta principalmente a las poblaciones más pobres e induce la necesidad de establecer un mecanismo de redistribución. Este racionamiento de la energía plantea el debate sobre el principio mismo de un techo de emisiones. Si nos fijamos en las emisiones energéticas como tales, es importante destacar la « energía gris », que corresponde al consumo de bienes y servicios importados, y no sólo a las emisiones en suelo francés. La solución de las cuotas es la única válida, que implica un reparto equitativo basado en la capacidad de los más ricos para vender una parte de su « parte del pastel ».
2. Si esta medida es tan evidente, ¿por qué es objeto de una verdadera « ley del silencio »?
La definición de las cuotas y su reducción año tras año implica un deber de eficiencia. Sin embargo, los dirigentes políticos se niegan a aceptar este criterio y no pretenden sacrificar el crecimiento económico. Está surgiendo la necesidad de establecer un nuevo modelo de desarrollo y una nueva forma de vida. Es posible explicar la « ley del silencio » con el axioma del dinero. De hecho, es la idea de que todo puede ser sustituido por todo. Es la idea de que el aumento del precio de la energía empujará a la gente a cambiar su consumo. La idea misma de las cuotas se está poniendo a prueba en la arena pública. El sistema, basado en la venta de créditos de carbono, se cuestiona porque sigue contribuyendo al dominio de los países ricos sobre los más pobres. A pesar de cambiar su sistema de producción, los países ricos y las empresas prefieren transferir sus créditos de carbono a los países más pobres.
3. La lógica fundamental de los derechos de emisión negociables
El sistema de derechos de emisión requiere la trazabilidad del carbono para funcionar. Este mecanismo se ve facilitado por varios desarrollos :
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La generalización del dinero electrónico gracias a las tarjetas bancarias y el pago por teléfono.
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Contabilidad empresarial con una obligación de control que incluso da lugar a una ley del mismo nombre con el objetivo de controlar las prácticas de los proveedores y subcontratistas.
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La nueva tecnología de « cadenas de bloques » con, por ejemplo, el bitcoin
Las familias más pobres son las que tienen una menor eficiencia energética. El coste de la energía se traduce para ellos en pobreza energética. Sin embargo, serán los primeros beneficiarios del sistema de cuotas que permitirá aumentar los ingresos de los hogares gracias a la venta de puntos. El mayor problema de la transición energética radica en la existencia de proyectos con suficiente rentabilidad y no en el dinero disponible. El problema actual es la incapacidad de reducir nuestro consumo de energía.
4. El periodo de transición y la gestión de los intercambios con el exterior
La atención se centra en la ampliación del sistema de cuotas a escala europea. Para ello, actúan tres procesos de unificación :
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Unificación de las normas contables : se trata de un enfoque financiero y una valoración de las empresas « a valor de mercado ».
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Negociaciones sobre normas: la pluralidad de normas se considera un gran obstáculo para el comercio internacional.
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La generalización de los estudios de la cadena de custodia: nos acercamos a la obligación de la trazabilidad.
Los puntos de carbono se obtienen mediante la venta de bienes y servicios. En el caso de las ventas en el mercado nacional, los puntos de carbono son aportados por los clientes. Si se trata de una venta al extranjero, no hay puntos de carbono del cliente al proveedor.
5. Vínculos entre esta propuesta sistémica y las propuestas que se están debatiendo en la Convención
El concepto de cuotas implica una obligación de resultado, lo que lleva a los gobiernos a ignorar este concepto. Hay recomendaciones que se están debatiendo en la Convención y que abordan la cuestión medioambiental en sentido amplio. Adolecen de dos defectos : la dificultad de imponerlos como tales y la falta de medición de su alcance real. Por último, la transición energética exige una transformación más profunda del sistema educativo. De hecho, es esencial educar a las nuevas generaciones sobre los problemas y cuestiones medioambientales. Por último, lo que parece más importante sería iniciar una evolución del derecho de la responsabilidad política y su ampliación. Dado que la irresponsabilidad política es casi total hoy en día, debemos aspirar a la responsabilidad política en el ámbito jurídico en particular. En el siglo XXI, el gran cambio en la responsabilidad es pasar de la responsabilidad por los medios a la responsabilidad por los resultados.