«Las granjas del mañana» en Aveyron
Diálogo sobre soluciones locales para la agricultura y la alimentación en el territorio
marzo 2025
En el oeste de Aveyron, la agricultura y la alimentación son temas integrados en un proyecto territorial llevado a cabo con los actores locales. Reunidos en talleres, todos participan en la búsqueda de soluciones para hacer frente a los retos que afectan a todo el sector agrícola, en particular la adaptación al cambio climático y las preocupaciones socioeconómicas de una agricultura aveyronense orientada principalmente a la ganadería.
Un proyecto alimentario territorial federador
Desde 2019, Ouest Aveyron Communauté agrupa a una serie de actores en torno a un Proyecto Alimentario Territorial (PAT) con el fin de elaborar una política alimentaria global que responda a los retos económicos, sociales, medioambientales y sanitarios. En colaboración con Sarah Conquet, responsable de Alimentación Sostenible, Jules Bomare Lepape, responsable de Transición de los Sistemas Agrícolas y Agroalimentarios Territoriales en Ouest Aveyron Communauté, coordina el proyecto: «El PAT es un proyecto transversal que incluye acciones relacionadas con la propiedad agrícola y la transmisión de explotaciones, la contratación en el sector agroalimentario, el abastecimiento de la restauración colectiva con productos locales y sostenibles, la sensibilización del consumidor, pero también la transformación de la carne para los circuitos cortos o el acceso de los más desfavorecidos a una alimentación de calidad. Nos corresponde encontrar las soluciones que mejor se adapten a nuestro territorio y a lo que queremos hacer con él».
Para acompañar este proyecto, Solagro y Ecozept han realizado un diagnóstico territorial cuantificado, analizando las tendencias actuales de evolución para establecer a continuación escenarios prospectivos sobre el futuro agrícola y alimentario del territorio. Se organizaron talleres para debatir estas propuestas con los actores locales: agricultores, asociaciones, interprofesionales, cámara de agricultura, sociedad de ordenación territorial y establecimiento rural, institutos agrícolas profesionales, ciudadanos, representantes electos, etc.

Al evocar los problemas encontrados, surgieron numerosas ideas, en particular para responder a la necesidad de renovación generacional de los agricultores, encontrar sucesores y transmitir las explotaciones.
Amandine Delbès, administradora de la APABA (el GAB del Aveyron) y ganadera ecológica, recordó el papel esencial de las estructuras estatales y su responsabilidad en la distribución de las autorizaciones de ampliación y explotación para que la agricultura defendida sea acorde con el territorio y la alimentación deseada.
Las etiquetas de calidad también pueden contribuir a cambiar la ganadería a nivel local. «La Interprofession Régionale du Veau d’Aveyron et du Ségala (Interprofesional Regional de la Ternera de Aveyron y Ségala), por ejemplo, impone en sus pliegos de condiciones un mínimo del 80 % de autonomía forrajera para las explotaciones ganaderas y la obligación de pastar al menos 180 días al aire libre, con el fin de limitar tanto los insumos como los costes», explica Aurélie Fayel, responsable de este sello.
Pagos por los servicios prestados por los agricultores
Los agricultores de Aveyron que practican una agricultura no intensiva contribuyen a la conservación del paisaje, al atractivo turístico de la zona y, con el mantenimiento de las parcelas, a la lucha contra los incendios. Todos estos servicios prestados podrían ser remunerados.
En Francia ya existen pagos por servicios medioambientales (PSM) que permiten valorizar las prácticas agrícolas que contribuyen a restaurar o mantener ecosistemas de los que la sociedad se beneficia (preservación de la calidad del agua, almacenamiento de carbono, protección del paisaje y de la biodiversidad, etc.). Estos pagos podrían generalizarse y extenderse al oeste de Aveyron.
La movilización de la tierra puede constituir una barrera contra los incendios. Existen, por ejemplo, las Asociaciones Fundiarias Pastorales (AFP), especialmente en el territorio de las Causses du Quercy. Estas estructuras permiten reunir a los propietarios de parcelas forestales con un doble objetivo: cumplir con las obligaciones legales de desbroce de estas parcelas y ponerlas a disposición para el pastoreo de ovejas o cabras. Los agricultores son arrendatarios de las parcelas que utilizan, lo que permite a los jóvenes limitar las inversiones para poder instalarse.
Impulsada por la Cámara de Agricultura de Aveyron, la etiqueta «Bienvenue à la ferme» (Bienvenidos a la granja) en el sitio web de agroturismo permite establecer un vínculo entre las explotaciones y una actividad turística. Se podría encontrar un nuevo modelo económico complementario, aplaudido por Julien Hugonenc, ganadero en Aveyron.
La instalación colectiva
Para la instalación de los jóvenes agricultores, la falta de capital, la complejidad de los oficios técnicos y la dificultad de vender los productos a su justo valor, incluso en las cadenas de calidad, son temas que han animado los debates y para los que el paso de un modelo de transmisión familiar de las explotaciones a un modelo más colectivo parece ofrecer numerosas ventajas.
Este modelo ofrece a las nuevas generaciones la posibilidad de integrarse en una estructura existente, sin necesidad de invertir capital y con un salario inmediato. Asociarse también puede permitir disponer de más tiempo libre, con una posible distribución del tiempo de trabajo. La colectividad también permite poner en común las herramientas e integrar talleres de transformación de productos, incorporando nuevas competencias y fuentes de ingresos y reduciendo los intermediarios.
Corinne Brigitte, directora del instituto Beauregard, con sede en Villefranche, explica cómo este centro agrícola público ha desarrollado un taller de despiece de carne y transformación de frutas y verduras en zumos, compotas, mermeladas, coulis, conservas… Este taller, de carácter pedagógico, también permite a los agricultores experimentar recetas y, por qué no, animarlos a integrar la etapa de transformación de los productos en sus explotaciones para aprovechar su valor añadido.
En opinión de todos, los talleres de transformación parecen ser un eslabón esencial para garantizar el tejido económico y social del territorio. En Aveyron, como en todas las zonas ganaderas, la viabilidad de los mataderos está ligada a la de las «granjas ganaderas del mañana».