Principales políticas públicas en favor de la movilidad sostenible
marzo 2024
La Unión Europea se ha comprometido a alcanzar la neutralidad en carbono de aquí a 2050, en consonancia con los acuerdos de París. Para el sector del transporte y la movilidad, esto significa reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en más de un 90%. Esto tiene importantes implicaciones en términos de políticas públicas y gobernanza para los Estados, las regiones y las ciudades europeas, que se convertirán todos en actores de este proceso. ¿En qué fase se encuentra la estrategia nacional francesa?
A escala europea: grandes objetivos y medidas de movilidad sostenible
La Unión Europea es responsable de la movilidad sostenible en el marco de sus compromisos medioambientales. Firmó el Acuerdo de París como entidad, comprometiéndose a actuar conjuntamente con sus Estados miembros, aceptando una responsabilidad compartida. Aunque no puede actuar directamente en términos de política de transporte urbano debido al principio de subsidiariedad, apoya los esfuerzos de las autoridades nacionales y locales proporcionando orientación, compartiendo experiencias y aportando financiación para fomentar una movilidad más sostenible. El interés de la Unión Europea por la movilidad sostenible no se limita al transporte, sino que abarca también las políticas energéticas, la calidad del aire y la cohesión económica, social y medioambiental. A lo largo de los años, se han puesto en marcha una serie de acciones y medidas para promover la descarbonización de la movilidad:
En 2020, la Unión Europea publicó su estrategia para una movilidad sostenible e inteligente:
Objetivos para 2030
▪ 30 millones de vehículos de emisiones cero en las carreteras europeas.
▪ Duplicación del tráfico ferroviario de alta velocidad
▪ Neutralidad en carbono de los viajes colectivos previstos de menos de 500 km
▪ Despliegue a gran escala de la movilidad automatizada
Objetivos para 2050
▪ Neutralidad en carbono de los turismos, furgonetas, autobuses y vehículos industriales pesados nuevos
▪ Puesta en servicio de la Red Transeuropea de Transporte Multimodal (RTE-T) equipada para un transporte sostenible e inteligente con conectividad de alta velocidad.
b) A escala nacional: el Estado, inversor y socio de las autoridades locales
A lo largo de los años, el gobierno francés ha puesto en marcha una serie de iniciativas y medidas para mejorar y descarbonizar la oferta de servicios de transporte en el país:
La Estrategia Nacional de Baja Emisión de Carbono (SNBC)
La Estrategia Nacional Baja en Carbono (SNBC) es la hoja de ruta de Francia para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de aquí a 2050. Afecta a todos los sectores de actividad y debe contar con el apoyo de todos: ciudadanos, autoridades locales y empresas. Uno de los ámbitos clave es el sector de los transportes.
A tal fin, señala los siguientes objetivos:
Esta estrategia está en consonancia con las directrices establecidas en la Ley de Movilidad, que exige una inversión masiva en innovación para ofrecer a las autoridades locales nuevas alternativas al automóvil. Se ha invitado a las autoridades locales a desempeñar un papel activo en la creación y cofinanciación de estas iniciativas.
Su aplicación se basa en las siguientes medidas
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Promoción de vehículos limpios: Francia fomenta la adopción de vehículos de bajas emisiones, como los eléctricos y los híbridos enchufables. Existen incentivos financieros para fomentar la compra de estos vehículos, incluidas subvenciones a la compra y desgravaciones fiscales.
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Desarrollo de la infraestructura de recarga: Se están realizando esfuerzos para desarrollar una red de puntos de recarga para vehículos eléctricos. Esto incluye la instalación de puntos de recarga públicos en zonas urbanas, aparcamientos y autopistas, así como el apoyo al despliegue de puntos de recarga residenciales.
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Promover el transporte público y el uso compartido del coche: La estrategia pretende fomentar el uso del transporte público, como autobuses, tranvías y trenes, así como el uso compartido del coche. Se están realizando inversiones para mejorar las redes de transporte público, desarrollar infraestructuras de coche compartido y facilitar el acceso a servicios de movilidad compartida.
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Transición a biocombustibles sostenibles: Francia está fomentando el uso de biocombustibles sostenibles, como el biodiésel y el etanol producidos a partir de fuentes renovables. Con ello se pretende reducir la dependencia de los combustibles fósiles y limitar las emisiones de CO2 vinculadas a los carburantes utilizados en el transporte.
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Ordenación del territorio: Se están tomando medidas para promover una planificación urbana sostenible, fomentando la construcción de viviendas cerca del transporte público, la creación de carriles bici y el establecimiento de zonas de bajas emisiones en los centros urbanos.
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Investigación e innovación: Francia apoya la investigación y la innovación en el ámbito del transporte sostenible. Se invierte en el desarrollo de nuevas tecnologías de propulsión, la mejora de la eficiencia energética de los vehículos y la exploración de soluciones de movilidad innovadoras.