Quito - Proteger los ecosistemas para reducir su huella de carbono
Evaluación de la acción climática de los territorios
2018
Association Climate Chance (Climate Chance)
Desde 2015, la Asociación de Oportunidades Climáticas ha participado en la movilización en la lucha contra el cambio climático. Es la única asociación internacional que se propone reunir en pie de igualdad a todos los agentes no estatales reconocidos por las Naciones Unidas. Con el fin de reforzar su acción y dar credibilidad a los escenarios de estabilización del clima, la Asociación Climate Chance puso en marcha en 2018 un Observatorio Mundial de la Acción Climática No Estatal, que tiene por objeto explicar la evolución de las emisiones de gases de efecto invernadero, cruzando las políticas públicas nacionales, con las dinámicas sectoriales, las estrategias de los actores privados, las políticas públicas locales y las acciones emprendidas por los actores del territorio. Con el fin de analizar la coherencia de las políticas públicas locales, Climat Chance propone una evaluación de las « movilizaciones territoriales » a través de ejemplos seleccionados de ciudades y regiones. Aquí, la ciudad de Quito.
En 2015, las emisiones de la metrópoli de Quito fueron de 5,8 MtCO2eq, distribuidas de la siguiente manera: El 52% proveniente del transporte, el 35% de los edificios y el 13% de los residuos (C40). Quito, una de las capitales más involucradas en las redes climáticas comunitarias (C40, ICLEI, 100 ciudades) está implementando verdaderas inversiones públicas en este sentido. En los últimos 4 años, Quito ha invertido entre el 10 y el 12% de su presupuesto anual global en acciones relacionadas con la adaptación y la reducción de sus emisiones (Plan de Acción 2015).
MODERNIZACIÓN ACELERADA DE LA MOVILIDAD
Las proyecciones hasta el 2025 asumen una tasa de crecimiento anual del 1,6% para los viajes en transporte público y del 2,5% para el transporte privado. Esta es una oportunidad para que la metrópoli de Quito piense en su estrategia de movilidad. En 2011, el 69% de los viajes se hicieron en autobús y el 31% en coche privado o taxi. Para mejorar la fluidez de su sistema y evitar el aumento de la demanda, se están llevando a cabo muchos proyectos : Una primera línea de metro de 22 km está en construcción y se espera que esté en funcionamiento en el segundo semestre de 2019. La ciudad también está extendiendo hacia el norte su red de trolebuses eléctricos y autopistas (BRT) iniciada en 1995 y que hoy en día es el sistema más utilizado, con un aumento del 4% del número de pasajeros entre 2014 y 2018. Estas nuevas estaciones están conectadas al futuro metro para proporcionar transporte multimodal. Por último, Quito trata de promover los medios de transporte no motorizados, dando prioridad a los peatones, los ciclistas y los usuarios del transporte público : recientemente ha peatonalizado 8 calles de su centro histórico y otras 3 están siendo peatonales en 2018 (El Comercio). Su plan de acción evalúa el potencial de reducción de su estrategia en 100.000 toneladas (o 0,1 MtCO2) por año, con muchos beneficios relacionados con la calidad del aire de la metrópoli.
LA PROTECCIÓN DE LOS ECOSISTEMAS, UN DESAFÍO PARA LA METRÓPOLI DE QUITO
Más del 60% del territorio de gran altitud de Quito está cubierto de vegetación, y el 56% de su vegetación natural se considera vulnerable al cambio climático, incluidos los cambios de temperatura y las precipitaciones, así como a la creciente presión demográfica (C40 2017). En respuesta a esos retos, Quito puso en marcha en 2007 un sistema de ordenación territorial de las zonas protegidas, integrado en el sistema nacional de zonas protegidas. Para lograr su objetivo de reducir sus emisiones en un 5% por año, la ciudad se propone así gestionar los ecosistemas circundantes como parte integrante de su planificación, incluida la gobernanza ambiental colaborativa entre varios actores de la ciudad a fin de permitir una gestión sostenible del territorio en todos los sectores (agricultores, turistas, comunidades, etc.). Sus sistemas de información geográfica (SIG) le permiten observar la evolución de la deforestación y dar prioridad a los ecosistemas más vulnerables para garantizar la continuidad de los servicios de los ecosistemas y la resistencia natural. Hoy en día este sistema ha permitido el establecimiento de 6 áreas protegidas, una zona de intervención prioritaria y un corredor ecológico que representa un total de casi 175.000 hectáreas (SMANP). Para 2017, la ciudad intentaba recuperar 60.000 hectáreas de tierras previamente degradadas, que podrían secuestrar unos seis millones de toneladas de CO2 una vez restauradas y contribuir a sus objetivos para 2025 (C40 2017).
UNA APLICACIÓN PARA CONCIENCIAR E INCLUIR A LOS CIUDADANOS EN EL PROCESO
El Ministerio del Medio Ambiente en Quito ha desarrollado herramientas divertidas y de fácil acceso para medir su huella de carbono y su equivalente en consumo de agua, dependiendo de la actividad que se realice. (Plan de Acción 2015).