Huella de carbono: ¿qué medidas podemos tomar a nivel individual?
abril 2023
Agence pour l’Environnement et la Maîtrise de l’Energie (ADEME)
En Francia, cada habitante emite aproximadamente 9 toneladas de CO2 al año. De aquí a 2050, para limitar el calentamiento global a 1,5 °C, nuestra huella de carbono individual deberá reducirse a 2 toneladas… Pero, ¿cómo pasar de la exhortación colectiva a la acción individual? Con el método MicMac y el simulador «Nos Gestes Climat» (Nuestros gestos climáticos), la asociación Avenir Climatique y la ADEME aportan algunas respuestas. Hacemos balance con Laurène Branaa, responsable de «Nos Gestes Climat» en la ADEME, y Mathieu Farges, coordinador voluntario del proyecto Carbone Campus, Avenir Climatique.

¿Qué conciencia tienen los franceses de su huella de carbono?
Laurène Branaa
Hay mucho «ruido mediático» en torno a la huella de carbono, pero eso no ayuda a la gente a verlo con claridad. Al contrario, tiende a distorsionar la percepción de las magnitudes al llamar la atención sobre temas a veces anecdóticos. La gente tiene la impresión de que basta con clasificar el correo y los residuos, pero pasa por alto el coste en carbono de sus viajes en avión o de la carne que consume.
Mathieu Farges
En los talleres que organizamos para sensibilizar al público en general sobre la contabilidad del carbono, también observamos que algunos prejuicios son muy difíciles de erradicar. Las personas más acomodadas tienden a pensar que su huella de carbono es mejor que la de los hogares modestos, que consumen menos alimentos ecológicos y tienen coches diésel… Sin embargo, la experiencia nos demuestra que la huella de carbono es, en general, proporcional a los ingresos: cuanto más rico es uno, más consume y más emisiones genera.
¿Por qué han optado por un simulador de huella de carbono para animar a las personas a actuar sobre sus emisiones?
M. F.
En nuestros eventos, nos damos cuenta de que es muy frustrante para la gente darse cuenta de la magnitud del problema sin saber qué pueden hacer a su escala para mejorar la situación. ¡Es culpabilizante sin responsabilizar! Nos pareció importante asociar estrechamente la toma de conciencia y las pistas de acción, al igual que se hace con el balance de carbono de las empresas. Eso es lo que hemos hecho con la herramienta «Mi huella de carbono, mis acciones concretas» (MicMac para los amigos), que es un precursor de la herramienta en línea «Nos Gestes Climat» (Nuestros gestos climáticos) de la ADEME.
L.B.
Lanzada en 2020, en colaboración con la Asociación Bilan Carbone, «Nuestros gestos climáticos» es a la vez una plataforma de sensibilización y una herramienta de ayuda a la toma de decisiones. Permite identificar los sectores más emisores de nuestra vida cotidiana y, así, elegir las palancas que hay que accionar con prioridad. Estamos replanteándonos esta parte de «palancas» para que sea aún más incentivadora.
Más allá de la toma de conciencia, ¿qué condiciones deben reunirse para cambiar la mentalidad y los comportamientos?
M.F.
En primer lugar, hay que romper el triángulo de la inacción, una expresión que designa la situación de bloqueo colectivo en la que los políticos, las empresas y los individuos se eximen de sus responsabilidades echando la culpa a los demás. Y los ciudadanos tienen aquí un papel clave que desempeñar, presionando a los actores privados y a las colectividades para que asuman su parte en la descarbonización de nuestra sociedad.
L.B.
Comparto plenamente este punto de vista, de hecho, una de las propuestas de acción de «Nos Gestes Climat» se refiere precisamente a este punto. Además, creo que todos necesitamos ejemplos inspiradores, que se nos propongan cosas que hagan que la transición sea emocionante y atractiva. Esto pasa por cosas muy sencillas, como valorar los aspectos positivos de las medidas bajas en carbono: la dimensión saludable de la bicicleta, las recetas veganas sabrosas, los destinos de vacaciones de ensueño sin necesidad de coger un avión…