Construir campus tecnoindustriales: la reconversión de la Fonderie de Mulhouse
Cuaderno práctico nº 16: (Re)desarrollo de actividades productivas en regiones metropolitanas
Thierry Petit, noviembre 2024
Con la reconversión de la antigua fundición de la Société alsacienne de constructions mécaniques (SACM), la autoridad contratante de la ciudad de Mulhouse optó por restaurar un edificio emblemático del patrimonio industrial local. Los arquitectos aprovecharon la fuerza y la inercia de la estructura original para crear un vasto complejo universitario, un laboratorio de investigación para profesores-investigadores, los archivos de Mulhouse, el centro de arte contemporáneo y talleres pedagógicos. Se trata de un proyecto ejemplar, que ha preservado el patrimonio industrial limitando el número de añadidos y permitiendo una cohabitación fluida entre varias entidades que funcionan en momentos diferentes.
Para descargar: cp16_ok_bat_web.pdf (7,3 MiB)
El barrio de la Fonderie de Mulhouse ocupa una veintena de hectáreas cerca del centro histórico de la ciudad y de la estación de ferrocarril. En el pasado, albergó actividades industriales pesadas (fundición, fábrica de locomotoras a partir de 1826, ingeniería mecánica, fábrica de turbinas marinas), luego se desindustrializó fuertemente, lo que provocó el abandono y el deterioro progresivos de los edificios (o su ocupación por actividades de escaso valor añadido). Ante el declive de las actividades de SACM, la Ciudad compró los terrenos a la empresa.
En 1997, la Ciudad adquirió 11 hectáreas de terreno y 70.000 metros cuadrados de locales, transfiriendo la propiedad a la Agglomération en el momento de su creación. En 2005, cuando Wärtsilä, fabricante finlandés de turbinas para buques, abandonó el emplazamiento, Mitsubishi Heavy Industry Equipment Alsace compró las instalaciones en régimen de arrendamiento a largo plazo de acuerdo con la Ciudad, que se convirtió en propietaria del terreno, con el fin de preservar la vocación económica del emplazamiento. El nuevo ocupante ha optimizado así sus terrenos para liberar espacio. En 2007, la Ciudad reurbanizó parcialmente el emplazamiento cuando la Facultad de Ciencias Económicas, Sociales y Jurídicas de la Universidad de Alta Alsacia se instaló en un antiguo pabellón, que fue completamente reformado y se convirtió en el campus universitario de la Fonderie.
Sin embargo, no existía un proyecto global para ocupar todo el espacio disponible, ya que la voluntad política era preservar su vocación económica. No fue hasta 2013, con la aparición de un proyecto privado de creación de una aldea digital al servicio de la transformación industrial, que encontró una fuerte voluntad política, cuando se puso en marcha una dinámica regional de renovación industrial. El proyecto, denominado KMØ, contó con el apoyo del clúster metropolitano de Estrasburgo Mulhouse, que lo presentó al concurso French Tech lanzado en 2015. Su acreditación allanó el camino para obtener financiación de la Región, el Estado y la Unión Europea.
Otros proyectos que habían quedado aparcados han resurgido, como la Maison de l’Industrie de la UIMM, un centro de formación para las profesiones relacionadas con la industria, cuya apertura está prevista para 2021, con una fábrica-escuela 4.0, y el proyecto de reubicación del Centre technique des industries mécaniques, que tenía poco espacio en las instalaciones de la Technopole de Mulhouse. Ambos han aprovechado la presencia de vastos edificios industriales ya existentes que han renovado para adaptarlos a sus necesidades. Hay proyectos privados en marcha, con la instalación de la empresa de ingeniería Nodarius (350 empleados) y la de una empresa de diseño industrial, que completan el ecosistema.
También existe un proyecto de reubicación del fablab Technistub, destinado a las pequeñas y medianas empresas. La Fonderie forma así un ecosistema en el que se codean fabricantes, empresas digitales y organismos de formación digital (Epitech, École 42, la Ligne Numérique, Cnam, etc.). En la actualidad, todo el recinto está ocupado o es objeto de proyectos en curso.
La renovación de esta vasta zona industrial ha acelerado la regeneración del distrito, que forma parte de un proyecto más amplio conocido como Nuevo Programa Nacional de Renovación Urbana (NPNRU), que se prolongará hasta 2027. A largo plazo, integrará diversas funciones urbanas (vivienda, industria y centros de formación) y creará más de 1.000 puestos de trabajo, 150 de ellos nuevos. Los actores Mulhouse Alsace Agglomération y el municipio de Mulhouse (creadores del proyecto de ecosistema industrial) son propietarios de los terrenos tras su compra. Los actores privados: Mitsubishi Heavy Industry Equipment Alsace, que vendió parte de sus terrenos, KMØ, UIMM, etc. Cetim Grand Est, que inició el proyecto del Technocentre.
La historia del emplazamiento
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1826: primera actividad industrial pesada.
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Años 70: declive de la actividad industrial.
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1997: compra del terreno por la ciudad.
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2005: salida de Wärtsilä, adquirida por Mitsubishi Heavy Industry Equipment Alsace.
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2007: creación del campus universitario de La Fonderie.
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2013: aparición del proyecto privado KMØ.
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2015: solicitud con éxito de la etiqueta French Tech.
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2018: apertura del taller del hábitat (lofts) y alojamiento para 10 empresas en un edificio renovado de 1886.
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2019: apertura de KMØ (11.000 m²) dedicado a la innovación, el espíritu empresarial y la formación (Epitech, Cnam, École 42), con 600 empleados. El recinto está lleno desde 2022.
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2021: creación de Technistub, el fablab/makerspace de Mulhouse.
Financiación
Hasta la fecha, los gastos comprometidos (80% del programa) ascienden a 131,1 millones de euros, incluidos 6,3 millones para la compra de terrenos. La contribución del sector público representa el 40% del gasto (inversión y funcionamiento), incluidos 27 millones de euros de la aglomeración y el Ayuntamiento de Mulhouse y 19,5 millones de euros del Feder, PPA, Anru, FNADT, Fonds Friches, CPER, Región y Département.
Factores clave del éxito
Un compromiso político fuerte y permanente, vinculado a un proyecto privado local. Un emplazamiento con un fuerte potencial, que se beneficia de su proximidad inmediata a la ciudad y a la estación. Una fuerte implicación financiera de la autoridad local en la renovación del emplazamiento (cerca de 27 millones de euros) y en la compra del terreno (6,30 millones de euros). Una disposición original que permite separar el edificio del terreno, que es de propiedad pública. Una voluntad de valorizar el patrimonio existente conservando y reestructurando los edificios más emblemáticos.