Contaminación lumínica: soluciones compartidas para la salud pública y medioambiental

abril 2024

France Urbaine

La transición ecológica es una de las principales preocupaciones de los franceses, y todos los agentes, encabezados por el Gobierno, están de acuerdo en que las zonas urbanas desempeñan un papel fundamental en su aplicación práctica, lo más cerca posible de los ciudadanos (renovación energética, desarrollo de energías renovables, transporte, calidad del aire, biodiversidad, etc.).

Las zonas urbanas desempeñan un papel primordial en la afirmación y la consecución del objetivo de pasar del modelo actual de economía lineal a una economía circular más sostenible, con un consumo sobrio y responsable de los recursos. Sin embargo, aunque disponen de competencias más amplias en materia de transición ecológica, las zonas urbanas aún no cuentan con los recursos financieros que les permitan desplegar políticas estructuradas a gran escala y a largo plazo.

El 27 de marzo de 2024, en el marco del Grupo de Trabajo sobre Biodiversidad de France urbaine y durante una sesión conjunta con su Grupo de Salud Medioambiental, más de cincuenta representantes electos y técnicos de grandes zonas urbanas se reunieron para compartir sus reflexiones y prácticas en materia de lucha contra la contaminación lumínica.

Los múltiples retos de la contaminación lumínica

Según un estudio realizado entre 2012 y 2016, la intensidad luminosa nocturna exterior ha aumentado una media del 2,2% anual en todo el mundo.

En Francia, la ley reconoce la necesidad de prevenir, limitar o eliminar las emisiones de luz artificial cuando :

Si bien el tema engloba también nociones de bien común y turismo (el 85% de la Francia metropolitana estará expuesta en 2020 a un cielo degradado por la contaminación lumínica, según la Oficina Francesa de Biodiversidad), así como el impacto sobre el clima de las emisiones de gases de efecto invernadero vinculadas al consumo energético de la iluminación, los debates de los participantes se centraron especialmente en las consecuencias en términos de salud humana y medioambiental.

« Una sola salud »: importantes efectos sobre la salud humana y medioambiental

La biodiversidad se ve muy afectada por la contaminación lumínica, que contribuye a su colapso, a pesar de que el 28% de los vertebrados y el 65% de los invertebrados son nocturnos (total o parcialmente), y de que el 90% de las plantas son polinizadas por insectos que viven principalmente de noche. Por tanto, la contaminación lumínica puede provocar deslumbramiento, desorientación, colisiones y fragmentación del espacio nocturno para las especies repelidas por la luz y las atraídas por ella (que pueden agitarse a su alrededor hasta la extenuación). En los últimos 30 años, casi el 80% de la biomasa de insectos ha desaparecido en Europa, debido sobre todo a la intensificación de las prácticas agrícolas y al uso de pesticidas, pero también mueren cada año miles de millones de insectos bajo nuestras farolas.

La salud humana se ve así afectada de dos maneras: indirectamente, a través del deterioro de la salud de los ecosistemas de los que dependemos y de los que formamos parte, y directamente, como documenta un creciente número de investigaciones sobre los efectos en la salud de la exposición a la luz artificial y su composición. El reloj biológico humano está ampliamente perturbado, y el informe sobre « contaminación lumínica » y « salud pública » de la Academia Nacional de Medicina francesa recomienda, por ejemplo, « incluir la exposición a la luz por la noche en la lista de agentes perturbadores endocrinos ».

Soluciones a desplegar: repensar el alumbrado público y sensibilizar a la población

La cuestión de los resortes de que disponen las autoridades locales fue uno de los principales temas de debate. Con vistas a dar ejemplo, los participantes reconocieron que es esencial actuar en materia de alumbrado público, ya que sus autoridades locales ya han realizado progresos considerables en este ámbito en el marco de sus planes de eficiencia energética.

Aunque a menudo se trata de iluminar menos, con la extinción parcial o total del alumbrado público como primera acción emblemática, sobre todo en las zonas con grandes desafíos ecológicos, es esencial iluminar mejor. Para ello hay que trabajar en la orientación (hacia el suelo), la temperatura de color (evitar la luz azul), el periodo de iluminación y la intensidad. El alumbrado privado, que puede ser una fuente más o menos importante de contaminación lumínica según las zonas, también es un aspecto que hay que abordar. Para implicar a todos los agentes locales, es indispensable llevar a cabo una fuerte labor de comunicación y sensibilización (medios de información para los comerciantes, actos nocturnos para el público en general, etc.) para ayudar a la gente a comprender mejor los problemas y la normativa.

Verde y azul… y negro: el compromiso del área metropolitana de Niza-Costa Azul

El área metropolitana de Niza, que participó en los debates, explicó su planteamiento, ya que su marco verde y azul, actualmente en revisión, incluirá próximamente un « marco negro » para luchar contra la fragmentación de las especies nocturnas. Uno de los principales pasos de la iniciativa local ha consistido en elaborar un inventario de corredores ecológicos, identificando las principales fuentes de contaminación lumínica y las zonas de alto valor ecológico. El trabajo transversal llevado a cabo por los departamentos de alumbrado público y biodiversidad de la ciudad se presentó como un elemento clave en un enfoque que se expresó políticamente en una deliberación metropolitana en 2018  »para reducir el impacto de la contaminación lumínica en la biodiversidad« . La metrópoli apuesta por una gestión diferenciada del alumbrado público en función de las necesidades y retos de los entes locales, a los que apoya activamente: de los 51 entes locales, 34 participan a distintos niveles.

La autoridad local subraya la importancia de trabajar con la policía (en torno a las cámaras de vigilancia, por ejemplo) para garantizar que las cuestiones de seguridad no se vean afectadas.Aunque una serie de reacciones positivas parecen demostrar que no hay aumento de la delincuencia ni de los accidentes de tráfico, y que incluso hay menos sin alumbrado público, la sensación de seguridad entre los residentes sigue siendo una cuestión esencial que hay que estudiar, sobre todo en lo que se refiere al alumbrado de los centros urbanos y las zonas suburbanas.