Diagnóstico y cualificación de las palancas y factores de rendimiento de los ecosistemas territoriales
Lionel DELBOS, abril 2022
En respuesta a las cuestiones y problemas mencionados, y con el fin de contribuir activamente a la defensa y el apoyo de los territorios de proyecto, RETIS y France Urbaine se han asociado para proporcionar a todos los actores implicados las claves de comprensión y una visión compartida del funcionamiento de los ecosistemas territoriales de innovación, así como de sus factores de rendimiento y éxito. Este análisis corresponde a la redacción del estudio realizado por RETIS y France urbaine
Para descargar: etude-panorama-des-ecosystemes-territoriaux-dinnovation-retis-france-urbaine_vok_bd.pdf (8,3 MiB)
La innovación sigue siendo un concepto proteico y dinámico, pero en todas sus formas es fruto de un encuentro entre empresarios, responsables de proyectos y creadores, todos ellos trabajando en torno a un proyecto, un objetivo, un problema por resolver, un objeto o un servicio por mejorar.
Pero este encuentro no se produce en el vacío, sino en una zona concreta, un lugar que, por su historia y su cultura y gracias a la actuación de agentes públicos y privados, crea las condiciones para que surja, se acelere y se oriente la innovación hacia el mercado o los usos. Esta alquimia se basa tanto en la experiencia, las redes y las cualidades individuales (investigadores, universitarios, diseñadores, empresarios en el sentido más amplio del término, etc.) como en la voluntad de responder a los retos de la vida en sociedad, la salud, el progreso y la creación de valor(es).
Este encuentro da lugar a una dinámica que crea nuevas interacciones y da lugar a pruebas, prototipos y experimentos. Esta red de contactos, intercambios, lugares y proyectos va constituyendo uno o varios ecosistemas, a menudo con geometrías variables.
Así pues, los ecosistemas de innovación son todos diferentes y, sin embargo, están unidos por ciertas constantes que nos ha parecido necesario identificar, partiendo del terreno y de la experiencia de los agentes implicados, describiendo y descifrando trece ecosistemas franceses.
Junto con los socios de este estudio, hemos querido poner a prueba, validar o invalidar una serie de convicciones, y ofrecer a nuestros respectivos miembros ideas y orientaciones que les ayuden a atravesar los cambios y transformaciones de estos ecosistemas. Queríamos compartir con ustedes parte de lo que hemos aprendido y algunas de las preguntas que surgen de la lectura de estos estudios de casos regionales. La década de 2000 proporcionó una gran cantidad de herramientas para apoyar y estructurar los componentes de los ecosistemas de innovación en y con las áreas locales : clusters, polos de competitividad, parques tecnológicos, institutos Carnot, SATT, etc.
Los grandes organismos públicos de investigación se han reestructurado y las universidades y grandes escuelas han reforzado su presencia en la investigación y la innovación. En el marco del proceso de descentralización, estos sistemas y redes han facilitado la implicación de las autoridades locales en la interacción de actores y proyectos.
En primer lugar, las regiones y los entes intermunicipales, cada uno de los cuales, a su manera, ha ido adquiriendo las competencias y los medios humanos y financieros necesarios para convertirse en un socio importante de estos ecosistemas : apoyo al funcionamiento de las estructuras, apoyo a la aparición y consolidación de sectores, despliegue de herramientas inmobiliarias para facilitar la incubación de proyectos, mayor implicación en los fondos dedicados a las empresas innovadoras, etc.
Al mismo tiempo, sin embargo, el Estado y, cada vez más, Europa, han ido remodelando un paisaje que a veces apoya estos ecosistemas locales, pero que sigue estando estructurado globalmente de forma centralizada : el Programa de Innovación de Avenir (PIA), en sus cuatro variantes, y, más recientemente, France Relance e incluso France 2030, han reinstaurado enfoques descendentes de apoyo a la innovación.
La proliferación de convocatorias de proyectos, ilustración de este retorno a la innovación destinada a « crecer » en las regiones, ha acompañado este cambio haciendo de la innovación un objeto de competencia entre actores ; estas fuerzas opuestas perturban los ecosistemas, los empujan a ser ágiles y a adaptarse constantemente, posicionando sin cesar a los actores locales de la innovación entre las fuerzas vivas de las regiones y las orientaciones y financiaciones regionales, nacionales y europeas, a riesgo de hacerles perder su centro de gravedad y el sentido de su misión.
Hoy en día, frente a estas fuerzas horizontales y verticales, nuestro estudio muestra que la diversidad de las zonas estudiadas (de Lille a Marsella, pasando por Brest y Nancy) se corresponde con una gran variedad de ecosistemas de innovación : la historia económica y sobre todo industrial, el papel de la universidad o de los centros públicos de investigación, el compromiso de los agentes públicos o de las grandes empresas locales son variables que producen redes y liderazgos muy variados. EDITORIAL Hay una serie de constantes : una buena adecuación al entorno vital local, el efecto de arrastre de los actores de la enseñanza superior y la investigación, la impronta de empresarios comprometidos, la continuidad de la acción pública local o la experiencia de un « juego colectivo »…
Pero estas constantes no hacen un modelo; la lógica de la diferenciación consolida la diversidad de los ecosistemas y comunidades de innovación, y el compromiso colectivo de los socios sigue siendo el parámetro fundamental y el factor clave del éxito. La zona urbana, que a menudo corresponde a una zona de empleo y de vida, sigue siendo la escala más pertinente para garantizar el liderazgo y la gobernanza a escala humana. Aunque cada agente de la innovación opera en varios niveles territoriales, están mejor situados y cuentan con más recursos en las redes de escala metropolitana.
A este respecto, las ciudades medianas y las aglomeraciones urbanas suelen jugar una carta ganadora : los vínculos entre personas y organizaciones se ven facilitados por la proximidad y por unas autoridades locales más ágiles, en contacto diario con las bases. Estas regiones ágiles, cuando saben diferenciarse y hacer elecciones fuertes, son bazas importantes para sus regiones y para el conjunto del país.
Corresponde a las regiones, a través del SRDEII en particular, y al Estado, a través del PIA y de Francia 2030, tener en cuenta estas especificidades y apoyarse en los EPCI como interfaces y enlaces de las estrategias locales de innovación.
Por último, los ecosistemas de innovación superponen a menudo varias escalas de acción, y la interterritorialidad desempeña un papel importante, pero que puede reforzarse ; también se espera que las metrópolis y las aglomeraciones urbanas sean capaces de establecer vínculos con agentes de la innovación fuera de su perímetro institucional inmediato ; también en este ámbito, la « alianza de los territorios » cobra todo su sentido.
¡No nos estanquemos en nuestros perímetros institucionales ni en el catálogo de nuestras competencias !