El enfoque paisajístico para la transición
Chaire Paysage et énergie (ENSP), 2022
La aplicación de una política de ordenación territorial sostenible requiere una buena gestión de los paisajes « cotidianos », que garantice el acceso de todos a un entorno de vida de calidad. En este contexto, el refuerzo de la consideración del paisaje en las políticas públicas constituye un reto importante. En efecto, las transformaciones del paisaje están vinculadas principalmente a las diferentes políticas de desarrollo aplicadas en un territorio.
¿Qué es el enfoque paisajístico?
Algunos hablan de proyecto paisajístico, otros de enfoque paisajístico. Sea cual sea la fórmula, la idea es la misma: el enfoque paisajístico es un método innovador de planificación y urbanismo que puede resumirse en cinco puntos:
1. Tener en cuenta la realidad sensible del territorio en cuestión:
el territorio no es sólo un dato objetivo desprovisto de toda sensibilidad: es percibido y vivido por las poblaciones. El enfoque paisajístico tiene en cuenta esta sensibilidad prestando atención a la situación existente, a los datos físicos, a las funciones de los ecosistemas, pero también a las percepciones, usos y representaciones, todo lo cual se plasma en la expresión compartida de los valores paisajísticos; nada de enfoques puramente cuantitativos.
2. Enfoque transversal y holístico:
el enfoque paisajístico sitúa la ambición cualitativa del paisaje como bien común en el centro de los intereses, atravesando así todos los ámbitos sectoriales de la planificación: económico (atractivo de los territorios, turismo, calidad del entorno de trabajo), social (vínculos sociales, salud física y mental, ocio) y medioambiental; se acabaron los enfoques aislados.
3. Tener en cuenta el mundo vivo en su totalidad:
los seres humanos vivos no están separados de los seres no humanos vivos en la reflexión: los usos de los habitantes están integrados en el enfoque, al igual que el funcionamiento ecológico de los seres no humanos vivos (animales y plantas) y de los elementos o fenómenos naturales; no más enfoques excluyentes, sociológico por un lado y ecológico por otro;
4. Enfoque participativo:
el enfoque paisajístico, no técnico, que habla para todos, da todo su lugar a la expresión de las sensibilidades de las poblaciones en su diversidad: representantes elegidos, técnicos, empresas, asociaciones, profesionales. Apuesta por la inteligencia colectiva al servicio de un bien común. Se acabaron los enfoques verticalistas y tecnocráticos.
5. Creatividad:
el paisajismo identifica y reconoce el carácter irreprimible de las transformaciones de los marcos y modos de vida, pero propone elegirlas en lugar de sufrirlas, de forma exigente, creativa y operativa, mediante la transformación efectiva de espacios, lugares y entornos de vida. Se acabaron las posiciones ideológicas fijas, conservadoras o puramente teóricas.