Repensar el ámbito de la educación y la formación desde una perspectiva territorial
Llamamiento del colectivo « Atrévete a ser territorial »
collectif Osons les territoires !, noviembre 2022
El Manifiesto « Atrevámonos con los territorios » resume el trabajo realizado por el colectivo homónimo con motivo de las elecciones de 2022. Defiende la idea de una « brújula de la segunda modernidad », con el objetivo de reconstruir las relaciones en todos los ámbitos y el papel eminente que están llamados a desempeñar los territorios. En noviembre de 2022 se lanzó una convocatoria para « Repensar el ámbito de la educación y la formación desde los territorios ». Nos invita a asumir los retos del mañana en materia de educación y a imaginar colectivamente las bases de las reformas…
Nuestras sociedades tendrán que hacer frente a retos inmensos y sin precedentes: la interdependencia entre sociedades a escala mundial, el calentamiento global, el envejecimiento de la población, la renovación del modelo económico, por citar sólo algunos. Para hacer frente a estos retos necesitamos desarrollar una capacidad colectiva para comprenderlos y abordarlos. Por « capacidad colectiva » se entiende la combinación de aptitudes individuales, por un lado, y la capacidad de cooperar, por otro.
El desfase entre la acumulación de conocimientos y técnicas y nuestra capacidad para hacer frente a los retos comunes ilustra la crisis de las modalidades de adquisición y transmisión de conocimientos, saber hacer y competencias, lo que podríamos llamar el ámbito de la educación y la formación, que incluye las instituciones formales de transmisión de conocimientos, desde la infancia y a lo largo de toda la vida, y, más ampliamente, todos los procesos de adquisición de competencias, todos los procesos de transmisión de valores y saber hacer que pone en marcha la sociedad.
Nuestras crisis, como subraya el Manifiesto « Atrévete a ser territorial », son crisis polifacéticas de relaciones, incluidas, para cada uno de nosotros, las relaciones entre emoción y razón, reflexión y acción. Para hacerles frente, debemos guiarnos por la brújula de la segunda modernidad que inspira la creación o recreación de relaciones en todos los ámbitos.
Afrontar los retos implica inventar o adquirir las competencias, conocimientos y actitudes individuales y colectivos necesarios para comprenderlos, asumir nuestras responsabilidades en relación con ellos y actuar juntos en respuesta. Esta invención o adquisición se produce a distintos niveles: desde la necesidad de formar rápidamente profesionales capaces de comprender y afrontar los retos hasta la formación de las generaciones futuras, desde la primera infancia hasta la vejez.
No basta con yuxtaponer las reformas de los distintos componentes del ámbito de la educación y la formación. Lo que necesitamos es un enfoque integrado para su transformación.
El territorio, espacio de vida o de empleo, espacio donde se desarrolla la mayor parte de la vida de la sociedad y ecosistema de actores susceptibles de cooperar entre sí, es el nivel privilegiado para concebir y transformar de manera integrada todo el ámbito de la educación y la formación, porque es un espacio privilegiado para reconstruir las relaciones, ejercer las responsabilidades mutuas de los actores entre sí, combinar conocimientos, competencias y actitudes, y tener en cuenta las necesidades de la sociedad a corto y largo plazo.
Cada territorio está atravesado por retos globales que son todos « glocales », es decir, tanto globales como locales. También es un espacio privilegiado para la comprensión sistémica de la sociedad, para aprender y desplegar la cooperación, para combinar pensamiento y acción. Podemos incluso afirmar que una « ciudad inteligente » es ante todo una ciudad que hace inteligentes a sus ciudadanos porque les ofrece mil oportunidades para desarrollar una comprensión colectiva de las cuestiones en juego y aprehenderlas juntos, haciendo del territorio una oportunidad permanente de aprendizaje formal e informal a lo largo de toda la vida, como intenta promover la UNESCO con la Red de Ciudades del Aprendizaje.
Partiendo de esta constatación, consideramos que la transformación del ámbito de la educación y la formación debe abordarse no a través de un enfoque de arriba abajo, según el cual el Estado definiría un conjunto de reformas, dejando a los territorios la tarea de aplicarlas, sino, por el contrario, a través de un enfoque de abajo arriba, en aplicación del principio de subsidiariedad activa: Cada territorio construye su propia comprensión del ámbito actual, define en qué debe convertirse para responder a las exigencias que acabamos de describir y traza una estrategia de transformación, recurriendo incluso a los niveles nacional y europeo cuando los bloqueos se sitúan a este nivel. A continuación, a partir de la comparación de distintas experiencias territoriales, identificaremos los principios que podrían aplicarse a todas.
Hacemos un llamamiento a los territorios, las empresas, las instituciones y los profesionales de la educación y la formación, las redes de autoridades locales, las universidades y la sociedad civil, los sindicatos de empresarios y trabajadores para que se unan al colectivo « Atrévete a ser territorial » con el fin de aportar esta ambición y propuestas concretas de reforma a los trabajos del Consejo Nacional de Refundación.