Un espacio innovador en un entorno rural
Benoit Rougelot, noviembre 2019
Topophile - l’ami-e des lieux es la revista de los espacios felices. Cuestiona ecológicamente nuestra relación con el mundo, con los espacios y lugares, con los entornos construidos y naturales, cuestiona nuestras formas de construir, habitar y pensar para permanecer plena y justamente en la Tierra. En este artículo, Benoît Rougelot, arquitecto, presenta su concepción de un « espacio innovador en un entorno rural », una instalación colectiva y multifuncional de 600 m² en el corazón del pueblo rural de Brangues, en Isère.
Intenciones y atenciones
Ante las situaciones de crisis que atraviesa hoy nuestra sociedad, se hace urgente trabajar juntos para dar sentido a la vida de nuestros territorios y sus habitantes. Las actividades económicas innovadoras, la solidaridad social, las preocupaciones medioambientales y la gobernanza compartida son los pilares en los que debemos apoyarnos para co-construir nuestras acciones. Este es el marco de la acción llevada a cabo por el municipio de Brangues, que ha permitido crear un espacio innovador en el medio rural.
Se trata de un equipamiento público multifuncional que comprende una escuela infantil, su patio protegido, una escuela primaria, su patio que es también un jardín público, la biblioteca de la escuela que es también la mediateca del pueblo, una ludoteca que es también el cibercafé, y una sala para los jardineros que cuidan el huerto compartido contiguo al jardín comunitario. En definitiva, una concentración de usos que permite el encuentro y la animación de una pequeña comunidad.
Logros
El proyecto se adapta a la topografía del lugar. Al pie de una ladera, el edificio de la planta baja alberga una mediateca y una ludoteca, que están abiertas al público y funcionan fuera del horario escolar. La escuela primaria de la primera planta se abre al jardín en pendiente y la escuela infantil de la segunda planta es accesible a través de una pasarela de madera que la une a su patio, que domina el lugar. El desnivel natural del terreno permite un acceso independiente a cada planta y a cada programa.
Desgraciadamente, el limitado presupuesto del municipio no permitía la remodelación de los alrededores de la escuela. No obstante, los dos patios existentes y el jardín público ofrecen zonas de juego. La pradera de flores en el tejado verde también mejora las zonas de biodiversidad.
El uso de balas de paja en las zonas rurales es más que evidente: debería ser obligatorio. El patrimonio construido del pueblo de Brangues es principalmente de viviendas de adobe. Habría sido indecente no rendir homenaje a esta formidable técnica de construcción que cuenta con numerosas ventajas (estética, visibilidad de la mano de obra, regulación higroscópica, inercia, impacto ecológico…).
Un núcleo central de hormigón de cemento apuntala losas de madera entre las que los muros de madera rellenos de balas de paja crean una caja, revestida de madera en el exterior y acolchada con tierra en el interior. El revestimiento de tierra -que sólo pide ser acariciado- contribuye al confort térmico del edificio (inercia, barrera de vapor, regulación de la higrometría). Asimismo, la fachada sur de adobe no portante -la obra tuvo que realizarse en 9 meses todo incluido, el esqueleto de madera se levantó antes que los voladizos de adobe, por lo que no se apoya en estos últimos- y no está aislada, para aprovechar su inercia térmica y desempeñar el papel de muro higroscópico y regulador térmico y muestra sin velo, por sus sucesivas capas de tierra apisonada, el trabajo del artesano.
La búsqueda de resiliencia en los elementos técnicos nos llevó a prohibir los controles eléctricos de las persianas y a preferir la ventilación natural para las aulas. En la fachada, unas lamas servoaccionadas de 12 V se abren y cierran en función del nivel de CO2 medido por sensores, mientras que en el corazón del edificio, unos conductos a toda altura crean una corriente de aire natural. Una caldera de biomasa, alimentada por la madera de la poda de los setos comunales, satisface las necesidades de calefacción y contribuye a un balance energético primario relativamente bajo.
Mejoras
Por lo tanto, hemos diseñado y construido un edificio con madera, tierra y paja -en definitiva, construcción y obra pública- cuya materialidad estamos revelando. Nos hubiera gustado tener un cortocircuito para estos materiales y haber sido abastecidos en la comuna. Pero el carpintero tenía su propia cadena de suministro local. La tierra excavada en el lugar, compuesta esencialmente de relleno, no era muy adecuada para el enlucido o el adobe, y en la comuna no se estaban realizando al mismo tiempo movimientos de tierra de suficiente envergadura. No obstante, la empresa local de obras viales pudo suministrarnos tierra a 80 km del lugar. Y el agricultor local no estaba preparado para suministrarnos balas de paja de la densidad adecuada.
Sea cual sea el proyecto, tratamos de tener una visión global de lo que está en juego, de las interacciones entre los diferentes actores (usuarios, financiadores y empresas). Esto crea un ecosistema a menudo frágil pero que tiende a consolidarse cada vez que se realiza un nuevo proyecto resiliente. Los conocimientos y los ejemplos de proyectos de tierra y paja se acumulan y refuerzan mutuamente.
En nuestros futuros proyectos, el adobe será portante, la colocación del revoque de tierra será la ocasión de una obra participativa, el techo verde será accesible y la ventilación natural será con recuperación de calor.